La Organización Internacional del Trabajo (OIT) decidió en 2002 conmemorar este día con la finalidad de generar conciencia sobre la magnitud del fenómeno y sumar esfuerzos para erradicarlo…
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) decidió en 2002 conmemorar el 12 de junio como Día Mundial contra el Trabajo Infantil, con la finalidad de generar conciencia sobre la magnitud del fenómeno y sumar esfuerzos para erradicarlo. En este sentido, la celebración es una oportunidad para fomentar y coordinar las iniciativas en favor de estos propósitos por parte de los gobiernos, las patronales y sindicatos, la sociedad civil, los medios de comunicación, y muchos otros actores locales, como escuelas y ayuntamientos.
El trabajo infantil no solamente pone en riesgo a los menores de edad, también representa una violación al derecho internacional y a las legislaciones nacionales. Así, puede ser clasificado en tres categorías:
- Las formas incuestionable mente peores de trabajo infantil, que internacionalmente se definen como esclavitud, trata de personas, servidumbre por deudas y otras formas de trabajo forzoso, reclutamiento forzoso de niños para utilizarlos en conflictos armados, prostitución y pornografía, y otras actividades ilícitas.
- Un trabajo realizado por quienes no alcanzan la edad mínima especificada para un tipo de labor (según determine la legislación nacional, de acuerdo con normas internacionalmente aceptadas), el cual, por consiguiente, impide probablemente la educación y el pleno desarrollo del infante.
- Un trabajo donde se ponga en riesgo el bienestar físico, mental o moral del niño, sea por su propia naturaleza o por las condiciones en que se realiza. A éste tipo se le denomina “trabajo peligroso”.